La noche tiene un sabor especial para contemplar a Cristo que yace en una cama, soy Sierva de Jesús y gozo con la escena de la Verónica a quién la tradición recuerda por haber limpiado el rostro sudoroso de Jesús, soy tan dichosa como ella pues también a mí me regala el poder hacerlo cada noche limpiando sudor, lágrimas, escuchando lamentos; todo un Dios baja hasta nuestra condición para identificarse con nosotros: "lo que hiciste a uno de estos mias humildes hermanos a mi me lo hiciste"
HNA. Mª GUADALUPE RAMIREZ HURTADO